jueves, 6 de octubre de 2016

¡De cine!: La habitación de Fermat y Exam

No sé me da bien hablar de cine, ni mucho menos. Pero quiero compartir dos películas que he visto recientemente y que, por diversos motivos, me han parecido increíbles, pese a no ser muy conocidas o no gozar del reconocimiento del que disfrutan otras películas más taquilleras o publicitadas.
Así que, queridos amigos, coged palomitas, abrid bien los ojos, sentaos a disfrutar y, sobre todo... aguzad vuestra mente e ingenio.

En ambos casos se trata de un thriller. Me apasionan, flipan, absorben los thriller. Y eso, sumado a un buen argumento y desarrollo, ya me termina de conquistar. Quizá no sean las mejores películas del género, pero me parecieron muy buenas y, lo más importante, no dejé de disfrutarlas en ningún momento; es más, me mantuvieron en vilo cada minuto, haciéndome pensar, devanándome los sesos por encontrar la resolución de cada caso. Y, ¿acaso no es ése el objetivo de este tipo de historias?


En fin, ¡vayamos al lío! *se frota las manos*. Que ni siquiera he mencionado los títulos... Una de las películas es La habitación de Fermat (2007), dirigida por Luis Piedrahita (sí, sí, el mago de El Hormiguero. Yo también me sorprendí) y protagonizada por Alejo Sauras, Elena Ballesteros, Santi Millán, Lluís Homar y Federico Luppi.
Recuerdo cuándo se anunció en cartelera esta película. Inmediatamente me llamó la atención, pero no sé porqué no fui a al cine. Y, hace apenas dos semanas, mi chico me propuso verla; en ese momento, algo me hizo click en el cerebro y recordé que ésta era aquélla película que quise ver. Me faltó tiempo para que la visionáramos.

En esta cinta, un selecto grupo de eruditos, previa resolución de un difícil enigma, son invitados a una especial velada organizada por un misterioso personaje apodado Fermat. Las instrucciones que reciben para ello son extremadamente rígidas y calculadas. Además, para garantizar el anonimato de cada asistente, todos reciben un pseudónimo: Galois, Pascal, Oliva y Hilbert. Este momento del film es digno de una partida de Cluedo. Sólo faltan la Señorita Blanco o el Coronel Mostaza.

La velada se desarrolla con aparente normalidad: charlan, comparten experiencias, disfrutan de una suculenta cena... hasta que Fermat recibe una llamada telefónica urgente y se ve obligado a ausentarse. Entonces, el resto de invitados recibe un enigma a través de una PDA, el cual deben resolver en menos de un minuto. A partir de entonces, se suceden una serie de acertijos en una carrera contrarreloj por la supervivencia.

Misterioso, inquietante, ¿eh? ¿Por qué la reunión? ¿Por qué los pseudónimos? ¿Por qué los enigmas? ¿Y por qué la cuenta atrás? Huelga decir que la habitación se encuentra incomunicada y totalmente cerrada.


Como bien podéis imaginar, en este tipo de argumento todo sucede por una razón. Todo está bien atado y responde a un cometido concreto. Aunque me encantaron la tensión, el desarrollo, las circunstancias, las relaciones y los personajes, veo un claro fallo argumental hacia el final de esta película. Si no queréis descubriros el pastel, no sigáis leyendo; si no os importa, ¡seguid, adelante! Avisados quedáis:

Cuando descubren el origen y el porqué de los sobrenombres, ¿es que nadie se toma la molestia de indagar sobre el de Fermat en ese momento? ¿Por qué lo dejan para el final? HOW CONVENIENT.
Además, ¿cómo demonios pensaba impedir Fermat que sus invitados escaparan de la habitación junto a él? ¿Llevaba un arma para coaccionarlos? ¿Pensaba drogarlos? ¿Dejarlos inconscientes de un golpe? Y, aun así, podrían escapar tras él... ¿o había algún tipo de mecanismo tras la pizarra que lo impidiera? ¿Cómo, cómo solucionar este problema? Desafortunadamente, ya nunca lo sabremos.

Aun así, ya os digo que me parece una película magnífica en muchos sentidos, sin mencionar que estuvo nominada a mejor película en el Festival de Sitges.


Esto por un lado. Por otra parte, el otro film del que quería hablar es Exam (2009), dirigida por Stuart Hazeldine y protagonizada por Luke Mably, Adar Beck, Chukwudi Iwuji, Nathalie Cox, John Lloyd Fillingham, Jimi Mistry, Pollyanna McIntosh, Gemma Chan, Chris Carey y Colin Salmon.
Vi la película este verano, a raíz de un capítulo de la serie televisiva Quantico (desaprovechada a más no poder... potenciales buenos personajes reducidos a tópicos y arquetipos estereotipados y totalmente predecibles... Hagamos como que no ha existido), el cual, al parecer, se parecía mucho a la trama de dicha cinta. Cómo no, mi curiosidad se disparó por las nubes y tuve que visionarla sí o sí. Y, obviamente, el resultado fue más que satisfactorio, incluso a pesar de la trolleada en toda regla que supone el final (en serio, menudo troll de campeonato. Sólo les faltó gritar "¡¡TROOOOLL EN LAS MAZMORRAS!!" de lo absurdo, fácil y estúpidamente sencillo que era el desenlace). De hecho, después del impacto y del shock iniciales pensé: "joder, ¡pero si es brillante! ¡Tremendamente genial!". Así que, sí, después de sentirme muy estafada y pensarlo un momento... me reí. Porque, aunque iba avisada de lo jodidamente simple que era la respuesta, no lo vi venir. Y lo aplaudí por ello.

De modo que, si veis este film, os reto a que también intentéis averiguar cuál es la respuesta; realmente me gustaría saber si alguno de vosotros es capaz de dar con la resolución antes de tiempo, así que, ¡contadme!

Pasemos a hablar sobre la película, en la que un reducido grupo de candidatos a un importante y prestigioso puesto de trabajo deberá enfrentarse a una última prueba: un examen. Después de haber superado numerosas y duras pruebas, un examen tradicional no les parece tan complicado... Lo único que deberán hacer es responder a la pregunta que les plantea la organización, pero... ¿cuál es esa pregunta, pues el folio que les entregan se encuentra totalmente en blanco? Para ello, disponen de 80 minutos y deberán seguir unas estrictas normas; de lo contrario, quedarán descalificados.
Para preservar la identidad de los examinados, aquí también se dan una serie de motes (parece que hoy la cosa va de apodos al estilo Cluedo), en este caso, muy discriminatorios: Blanco, Castaña, Rubia, Negro, Morena, Oriental, Sordo, Árabe, Segurata y Vigilante.

Si ya os conocéis algunos de los "trucos" de este tipo de argumentos, seguramente captéis y prestéis especial atención a ciertos detalles. La información, o la falta de ella, lo es todo:

Por ejemplo: tienen totalmente prohibido contactar con el guarda o con la organización, pero... nadie ha dicho nada sobre que no puedan comunicarse entre ellos, ¿verdad? O también: quien deteriore de cualquier manera su folio será descalificado pero... ¿y si se trata del folio de un contrincante? Veis por dónde voy, ¿verdad?

Bien, en esta cinta se juega mucho con la estrategia y la manipulación. El desarrollo del examen me pareció muy bien ejecutado, tanto en los hechos como en las reacciones y comportamiento de los personajes, en función de sus personalidades, principios, etc.
No recuerdo si hubo algún fallo argumental importante; es posible que se colara alguno. Pero la complejidad que surge (que se construye) de una premisa tan sumamente simple, y cómo está llevada a cabo, es muy interesante. 


Como veis, no he querido desvelar demasiado ni muchos detalles acerca de ambas tramas. Creo que, en algunos casos, es mejor descubrir una historia con la menor cantidad de información posible (si es nula, mejor), y ésta es una de esas ocasiones. Cualquier mínimo detalle es importante; se entrelazan, se relacionan... y debería ser el espectador quien intente juntar todas las piezas del rompecabezas sin más ayuda que la del desarrollo de la trama.

1 comentario:

  1. Hola, mi amooooor ^^^
    Jaja, me alegra mucho que te gustasen. El problema que le veo a la de Fermat es que las pruebas parecen más "acertijos" que pruebas matemáticas, que es lo que se supone que son. Por lo demás, y quitando los fallos que dijimos, mola bastante.
    Exam me mola mucho más. La primera vez que la vi me moló, pero el final troll fue un poco chasco, pero ya con el segundo visionado me gustó mucho más :D
    Solomillacos, amor ^^

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